miércoles, 13 de abril de 2016

Bill Gates: “Para lo último que se debe utilizar informática es para unas elecciones electorales”

Escrito por: Frank Abagnale
En artículos anteriores he planteado las razones por las cuales considero que la supuesta transparencia del voto electrónico es un espejismo. No en vano un experto como Bill Gates, el fundador de Microsoft, dijo que para lo último que se debe utilizar informática es para unas elecciones. El problema es que ya lo usamos y tenemos que vivir con él.
El presidente Chavez, por razones que el solo conoce, sin existir estudios técnicos serios y sin realizar consulta pública ordenó al CNE adquirir un nuevo sistema de votación electrónica que incluye una herramienta biométrica de autenticación del votante denominada SAI que se conoce popularmente como capta huellas. El SAI permite identificar al elector certificando su identidad ante la máquina de votación. Al mismo tiempo el mandatario dictó en forma ilegal leyes que nos obligan a utilizar esas maquinas el 7-O. Alrededor de este moderno sistema se ha desarrollado una maraña de fraudes de diferente índole alimentadas por un manto de secretismo. Todos esos timos confluyen en la totalización nacional. La totalización nacional constituye la sumatoria de las trampas y a su vez la principal estafa. Es necesario que el país conozca la mecánica del fraude de totalización y se prepare a contrarrestarlo. Este fraude se puede impedir si los venezolanos nos ponemos de acuerdo. El mejor antídoto contra el fraude es el voto masivo como explicaré más adelante.
Las elecciones computarizadas o no tienden a ser opacas, especialmente en casos en que gobiernos autoritarios intentan perpetuarse.
El fraude informático
Un sistema informático es una “caja negra” porque muy poca gente, salvo algunas autoridades y técnicos del CNE saben lo que pasa dentro de esas maquinas. Su principal tarea es agilizar el conteo de los votos permitiendo conocer los resultados rápidamente. Un procedimiento electrónico de votación no es malo per se. El sistema en si no es corrupto o tramposo. Los que diseñan y operan el sistema pueden ser honestos o bribones.
El crimen perfecto
El fraude informático es un arma formidable. Mucha gente ingenua considera que el uso de computadoras en los comicios es un adelanto y que sus resultados son inobjetables. Esa es la idea que trata de vender el gobierno pero la agenda oculta tras esa fachada de modernización y de supuesta pureza del voto es escalofriante, como veremos en los próximos párrafos. Para los tiranos y los bribones la informática corrupta es un arma ideal para cometer un fraude electrónico sin dejar rastros. Dicho esto debo puedo asegurar que este tipo de delito no constituye un crimen perfecto y puede ser derrotado.
La falta de inspección externa en un sistema informático es equivalente al nombramiento de Al Capone como Presidente de la Casa de La moneda y la designación de su banda para que vigile el tesoro nacional. No hay nada más proclive al fraude que un voto electrónico sin controles. Aun con controles estrictos el sistema puede ser fraudulento porque los bribones que lo manejan son suficientemente inteligentes para hacer vagabunderías difíciles de detectar. El caso se complica porque el propio gobierno no confía en los bandidos informáticos criollos y le entrega el control de la operación a los cubanos.
La auditoría
El proceso del voto es aparentemente simple y parece fácil de controlar. En una votación automatizada los electores ingresa sus votos, el sistema los procesa y totaliza haciendo una sumatoria electrónica que produce un resultado final. Este resultado debe ser aprobado por una auditoria pública hecha de manera continua antes durante y después del voto. Solo luego de haberse resuelto los reclamos presentados por la oposición en esta auditoría se puede proceder a aceptar el resultado final producido por las máquinas. Si el sistema está bien diseñado y es manejado sin sesgo por personas rectas y honestas los resultados deben ser limpios. .
La auditoría es una función que debe ser ejecutada por personas independientes de la operación. Esta es la única garantía para dar fe de la honestidad del proceso.
El fraude de totalización
Algunos supuestos técnicos plantean que las auditorías son el antídoto contra el fraude electrónico. Lamentablemente ese es otro cuento de caminos. Ninguna auditoria puede asegurar que un sistema tan complejo, con múltiples componentes hará exactamente lo que esta supuesto a hacer. Basta con que algunos de los operadores oficiales o extraoficiales cometan algún tipo de fraude en nódulos críticos para modificar los resultados.



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