Por: Oliver Asunción Aquino
Cotuí, Sánchez Ramírez, República
Dominicana
En el corazón del Cibao Sur, la Universidad
Tecnológica del Cibao Oriental (UTECO) se ha consolidado como un eje
transformador para la provincia de Sánchez Ramírez, la región del Cibao y la
República Dominicana en su conjunto. Con una visión clara de compromiso social
y académico, esta institución ha dejado una huella imborrable en el desarrollo
económico, social y cultural del país, apostando por la innovación, la
inclusión y la pertinencia educativa.
Oferta
académica actualizada y orientada al desarrollo
Una de las principales fortalezas de UTECO ha sido
su capacidad de adaptación a los
tiempos. Su oferta académica, en constante revisión y actualización,
responde a las necesidades del mercado laboral, tanto nacional como
internacional. Carreras como Ingeniería en Software, Ingeniería en
Telecomunicaciones, Marketing Digital, Gestión Ambiental y Ciberseguridad, Enfermería y Periodismo, que no solo
reflejan las demandas actuales del siglo XXI, sino que también promueven un
desarrollo sostenible en comunidades rurales y urbanas.
A esa nueva oferta académica se le agrega que la
institución ha rediseñado o actualizado todas las carreras atendiendo a la
dinámica de los mercados y la revolución tecnológicas.
La universidad ha apostado por una formación técnica, profesional y de postgrado,
que estimula el pensamiento crítico, la investigación y la innovación. Su
modelo educativo ha sido un referente en la zona, siendo una de la pionera en
incluir diplomados y cursos especializados en colaboración con instituciones
nacionales e internacionales, lo que fortalece la empleabilidad de sus
egresados.
Dentro de las alianzas estratégicas impulsadas por
su rectora, Ingeniera Marilyn Díaz, en el 2025, se resaltan los acuerdos con el
Instituto Tecnológica de las Américas (ITLA), en donde las dos instituciones
desarrollaran programas académicos comunes en el campus de la UTECO para
fortalecer la educación tecnológica y el acuerdo con INFOTEP, que además de
priorizar la formación técnica, la segunda institución instalara un centro de
formación regional en el seno de la universidad para capacitar los recursos humanos
que necesita el entorno.
Egresados
que dinamizan la economía dominicana
Los profesionales formados en UTECO no solo se
integran exitosamente al mercado laboral, sino que muchos se convierten en
líderes de emprendimientos, funcionarios públicos, gerentes de empresas,
innovadores en el sector agrícola, minero, financiero e industrial y promotores
de desarrollo comunitario. Más del 80%
de sus egresados permanecen en sus provincias de origen, impactando
directamente en el fortalecimiento económico de sus comunidades y reduciendo la
migración hacia los grandes centros urbanos.
El aporte de sus egresados es evidente en sectores
como la minería sostenible, la agroindustria, y la tecnología educativa. Muchos
de ellos son agentes de cambio en el desarrollo de pequeñas y medianas empresas
(PYMES), potenciando la economía local con una visión moderna y ética.
Más allá
del aula: compromiso con la comunidad
Lo que diferencia a UTECO de otras instituciones es
su profundo sentido de responsabilidad
social. A través de programas de extensión universitaria, la universidad
ha sido aliada de comunidades en proyectos de reforestación, educación
ambiental, salud preventiva y el
deporte.
La universidad también ha contribuido a la
consolidación de liderazgos locales,
sirviendo de espacio de socialización de los grandes problemas nacionales,
locales y regionales a través de los debates de líderes políticos socializando
la problemática en la mesa de los debates.
Un modelo
para la educación superior dominicana
UTECO representa un modelo universitario descentralizado, innovador y comprometido,
que ha demostrado que la educación superior de calidad no debe limitarse a las
grandes ciudades. Su crecimiento sostenido, su prestigio académico y su
vinculación con los sectores productivos la convierten en una aliada
estratégica del desarrollo regional y nacional.
La comunidad universitaria y la sociedad dominicana
tienen razones de sobra para sentirse orgullosas de esta institución que ha
demostrado, con hechos y resultados, que la educación transforma realidades.