Aunque no es lo mismo, en la República Dominicana (RD) los políticos hablan de Reforma Fiscal o Tributaria de manera indistinta.
En el gobierno de Leonel Fernández y Danilo
Medina se han realizado ese tipo de reforma, pero solo tocaron los tributos o
sea la parte de los impuestos.
A pesar de las fuertes críticas a la política de
gasto de esos dos mandatarios, ellos hicieron caso omiso y con la mayoría, que tenían
en el congreso impusieron su reforma.
Por experiencia, en la Republica Dominicana, y en
América Latina, esos tipos de programas lo imponen la mayoría congresual porque
la oposición nunca la apoya por el “costo político”.
Tal parece, que por primera vez se hará una
Reforma Fiscal integral en la RD, pero para eso el gobierno no podrá contar con
el apoyo de los dos partidos mayoritario de la posición: PLD y la FUPU.
Ahora bien, ¿Cuáles serían los beneficios de una
Reforma Fiscal para la economía dominicana en los actuales momentos?.
Aumento de ingresos fiscales:
Una reforma puede optimizar la recaudación de impuestos, permitiendo al
gobierno aumentar sus ingresos. Esto es crucial para financiar programas
sociales, infraestructuras y otros servicios públicos esenciales.
Reducción de la evasión fiscal:
Simplificar y modernizar el sistema tributario puede hacer que sea más difícil
para las empresas y los individuos evadir impuestos, aumentando así la
transparencia y la equidad del sistema.
Mejora de la competitividad económica:
Un sistema fiscal más eficiente y equitativo puede atraer inversión extranjera
y fomentar el crecimiento económico al crear un entorno de negocios más
predecible y favorable.
Equidad y justicia social: Al
diseñar un sistema fiscal más progresivo, se puede garantizar que las personas
y empresas con mayores ingresos contribuyan de manera justa, lo que puede
reducir las desigualdades económicas.
Fomento del desarrollo sostenible:
Una reforma fiscal bien diseñada puede incluir impuestos verdes o incentivos
para prácticas empresariales sostenibles, promoviendo así un desarrollo más
ecológico y responsable.
Estabilidad macroeconómica: Un
sistema fiscal robusto y bien administrado puede ayudar a mantener la
estabilidad macroeconómica, evitando déficits fiscales excesivos y controlando
la inflación.